En los últimos años, en razón de la crisis que atraviesa la actividad citrícola de la región, la demanda de yemas al Centro de Saneamiento de Citrus (CSC) de la Estación Experimental Agroindustrial Obispo Colombres (Eeaoc) se ha ido disminuyendo significativamente en cuanto a la cantidad entregada. En la última campaña se entregaron 12.200 unidades; casi un tercio de las 33.200 yemas provistas a viveristas cinco años atrás.
También se modificó la proporción de yemas solicitadas por especie; se redujo marcadamente la demanda de los limoneros y se incrementaron los pedidos de otras variedades, como yemas de naranjas dulce, de mandarinas, de híbridos, de pomelos y de limas.
Si se toma la relación entre yemas entregadas de limoneros versus las otras variedades de los últimos cinco años en valores porcentuales, se advierte que la relación de 75% a 25% de la campaña 2019-2020 ha ido cambiando año tras año hasta llegar a la última, en la cual la proporción se invirtió, con valores aproximados de 20% a 80%, respectivamente.
Sobre el caso particular de la naranja dulce, el alza de los precios de los derivados de la industria -ocasionado por la escasez mundial de jugos- está trayendo como consecuencia que los pedidos de yemas -en especial, de Valencia late- estén aumentando de una manera más que significativa.
El porcentaje de yemas de naranjo dulce solicitado de los últimos cinco años había iniciado con un 7,7%; y de ahí fue subiendo a un 8,8%, a un 10,3%, a un 22.3%, hasta llegar a la campaña 2023-2024 con un 44,5%, que significan 5.450 yemas entregadas.
Este valor es notable para una región que desde hace más de dos décadas ocupa el primer lugar como productor, exportador e industrializador mundial de limones.
El CSC es el único que dispone de bloques de preincremento de yemas fiscalizadas de cítricos y de géneros afines para abastecer a los viveros y a las empresas de la región NOA. Por su parte, estos, con las yemas recibidas, constituyen los bloques de incremento, que durante cinco años desde la injertación son fuente de yemas para la producción de las plantas terminadas destinadas a la plantación.
En los últimos años, se ha ido ampliando el número de plantas de preincremento de variedades dulces en función de la demanda y, sin embargo, en razón de los tiempos que requiere la producción de una planta cítrica y dado que el interés del sector es cada vez mayor, la cantidad disponible de yemas en esta campaña no logrará cubrir los requerimientos del sector.
Ante esta situación, es necesario reiterar la necesidad de que se cumpla la normativa vigente en el país para la producción, para la comercialización y para la introducción de plantas cítricas; y de que se respete de manera categórica la prohibición de importar yemas de otras regiones, debido al gran riesgo fitosanitario que esta acción implicaría (posibilidad de introducción de HLB, Clorosis Variegada de los cítricos y Leprosis y/ o sus vectores).
Debido a que se trata de una resolución reciente, resulta oportuno señalar que la actualización de la normativa del Instituto Nacional de Semillas (Inase), del año pasado, incorporó la categoría “planta injertada de emergencia”. Esta posibilitaría de manera excepcional, y supeditada a la concesión del Inase, la injertación de yemas extraídas de planta terminada.
A raíz de que se trata de una excepción, que debe ser solicitada a título individual por el vivero, se recomienda que quienes tuvieran intenciones de hacer uso de esas yemas, inicien las gestiones ante el organismo responsable para poder concretar de manera oportuna la multiplicación.